Hechos del Espíritu Santo
Alberto Matos
Es interesante cómo el libro de los Hechos presenta una tríada descriptiva de su tema principal: 1. Los Hechos de los Apóstoles; 2. Hechos de Pedro y Pablo; 3. Actos del Espíritu Santo. Los dos últimos temas son más distintos de reflexionar.
El Señor Jesús elige a dos hombres para dirigir la acción de alcance misionero: Pedro entre los judíos y Pablo entre los gentiles. Pedro, pescador e hijo de pescadores (Juan 1:42), casado (Marcos 1:30), sin antecedentes de vida rabínica, líder de pescadores. Era impulsivo, un hombre que hablaba pronto y pensaba después. Pablo, erudito desde su juventud, sobresalió en conocimientos a la juventud de su edad (Gálatas 1:14), poseído de celo por su fe hasta el punto de consentir en la muerte de las personas (hechos 9:1). ¿Cómo se podría utilizar a estas personas tan distinguidas para propósitos tan elevados?
Aunque hay muchos hechos relacionados con los apóstoles Pedro y Pablo, este segundo libro de Lucas retrata mucho más los Hechos del Espíritu Santo. Luego, al comienzo del libro, Lucas dice que Jesús había dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que Él escogió (1:2), que Él sería derramado sobre la Iglesia, que los discípulos serían investidos de poder de lo alto para ser testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra (1:8).
Mientras tanto, el Espíritu Santo dirige la obra misionera para alcanzar a la gente (10:19), separa a Bernabé y Pablo (13:2), le dice a Pablo adónde no ir y a dónde ir (16:6-10), obra con señales y prodigios (19:10), informó a Pablo de lo que le esperaba en cada ciudad (20:23). En Roma, Pablo recuerda lo que dijo el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías (28,25), y hasta su muerte predicó sin impedimento (28,31). Sin duda, este libro habla de los Hechos del Espíritu Santo.